La primera epístola de Pablo a los Corintios es una de las cartas más importantes del Nuevo Testamento en la Biblia.
En esta carta, escrita a la iglesia en Corinto, Pablo aborda una serie de problemas y preguntas que la comunidad cristiana enfrentaba en ese momento. Discute temas como la división dentro de la iglesia, la inmoralidad sexual, el matrimonio y el celibato, los dones espirituales y la resurrección de los muertos. También destaca la importancia del amor y cómo debe ser el centro de todas las acciones y actitudes de los creyentes. La carta ofrece una visión profunda sobre la vida cristiana y sigue siendo relevante para los creyentes hoy en día.